Hodlear bitcoin mata a la economía
“Bitcoin no puede ser adoptado masivamente porque si holdearlo es tan bueno, nadie querría vender nunca, y si nadie vende, no hay consumo... entonces ¿cómo se sostiene la economía?"
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“Bitcoin no puede ser adoptado masivamente porque si holdearlo es tan bueno, nadie querría vender nunca, y si nadie vende, no hay consumo, y si no hay consumo... entonces ¿cómo se sostiene la economía?¿no causaría pobreza?”
Como muchos de ustedes saben, mi principal enfoque en Bitcoin es desde el lado económico-financiero y por eso es que esta crítica que muchos hacen hacia el activo es de las que más me gusta debatir, principalmente porque cuestiona muchas cosas que damos por obvias.
Vamos a responder esta pregunta por partes a medida que voy cuestionando los supuestos implícitos que tiene esa crítica para no perder a nadie en el camino. Antes de hacerlo, asumamos el “peor” de los casos para darle más chances a la crítica: todos los participantes de la economía son acérrimos bitcoiners que holdean lo máximo que pueden.
1- El consumo es la fuente del progreso
La primer suposición implícita que tiene este argumento es falsa: el consumo no es la fuente del progreso, es el ahorro el que promueve principalmente el crecimiento. El consumo sin ahorro es perjudicial para el crecimiento, hasta produce estancamiento. De hecho, es necesario consumir en menor medida para que exista un ahorro.
Hay un librito super ameno, con dibujos como si fuera para niños, que lo explica con peces: una persona puede capturar y consumir máximo dos peces por día. Uno de esos dos peces lo consume y el otro lo guarda como ahorro. La persona, una vez tiene 10 o 20 peces en su reserva de ahorros decide que va a dejar de pescar por un tiempo para dedicarse a pensar cómo construir una red que lo ayude a pescar más peces que antes. Una vez lo logre podrá aumentar la cantidad de peces que recolecta. Eso, de manera simplificada, significa que el ahorro favoreció un crecimiento, y eso significa progreso.
El consumo en una economía es bueno, pero, si este es incentivado simplemente porque sí, su efecto es de corto plazo y el costo que pagamos para darle ese incentivo a la gente no nos da ningún beneficio perceptible un tiempo después.
El ejemplo anterior me parece genial porque precisamente lo que ahorra la persona es algo consumible. En cambio, cuando ponemos al dinero en la ecuación muchos se empiezan a confundir precisamente por una importante diferencia: el dinero no se come.
¿Y si el pescador pide un préstamo? Va a tener que pedir un pez que otro pescador decidió dejar de consumir para eventualmente cobrar intereses, es decir, de alguien que consumió menos y ahorró. Por eso es importante que la deuda total del sistema se equipare al ahorro total que hay en el mismo, la deuda no puede crearse de la nada.
2- Hay que incentivar el consumo, no el ahorro
Bueno, esta premisa está muy ligada a la anterior y ya dejé claro que el ahorro sí es importante y es necesario incentivarlo, así que la premisa claramente es falsa también.
¿Pero qué pasa con el consumo? Justamente como somos seres vivos, necesitamos comida, un lugar para refugiarnos, ropa y demás cosas que compramos para mantener (o mejorar) nuestro estilo de vida. No es necesario incentivar el consumo, pues es algo inherente a nuestra naturaleza.
El dinero no se come y sólo tiene el valor que se le da en la sociedad por las cosas que puede comprar, es un vehículo que permite el consumo. El sentido de tenerlo es poder consumir, gastándolo, para mejorar tu calidad de vida: de nada sirve el dinero por sí mismo. Ninguna civilización fracasó por ahorrar demasiado, pero sí han fracasado aquellas que gastaron más de lo que tenían.
Ahorrar es lo que requiere un sacrificio hoy para disfrutar más mañana y es precisamente eso lo que necesita un incentivo si queremos crecer, tanto individualmente como a nivel de sociedad. Tengo un artículo, llamado “El placer de caminar erguido”, donde describo en profundidad la importancia psicológica y conductual del ahorro .
Desincentivar el ahorro para incentivar el consumo es marcar el camino a la ruina de cualquier sociedad. ¿Por qué? Porque en caso de alguna emergencia, los ahorros son los que nos salvan de la catástrofe y permiten que los negocios no cierren, que la gente no pierda sus trabajos y nos dan estabilidad.
3- Los acaparadores de bitcoin se benefician perjudicando al resto
El término “acaparar” es una forma de decir ahorrar pero con connotación negativa. Nadie debería ser juzgado por ahorrar, no sólo porque gracias a eso la sociedad crece sino porque se hace sacrificando el consumo de hoy.
El ahorrista no priva de consumo a nadie, de hecho trabajó creando bienes o servicios (mayor oferta) por ese dinero y se priva a él mismo de su consumo (menor demanda). ¿Cuál es el resultado? Bienes y servicios más baratos para todos. Si hay un efecto del ahorrista por sobre el resto de la economía, bajo ningún concepto es este perjudicial, sino por el contrario, beneficioso.
En conclusión, veamos cómo queda de nuevo la premisa inicial ahora que expandimos cada uno de sus supuestos.
Si la gente trabaja creando bienes y servicios para el resto de la economía, se priva de consumir y por lo tanto no los demanda, haciendo que el precio de los mismos caiga y a su vez sus ahorros permitan que aquellos que lo deseen puedan pedir prestado para invertir, ¿no causaría pobreza? Claramente, no.
¿Y por qué nos dijeron siempre que el objetivo de todo país serio es tener una inflación de 2 o 3% para tener una economía estable? La gente ya sabe que la inflación es mala, pero la deflación ¿es peor?
Sí, eso dicen los economistas de la mayoría de los gobiernos, pero veamos si es de verdad así. ¿Qué pasa cuando nos endeudamos en un país con mucha inflación? Como la mayoría de mis lectores argentinos sabrán muy bien, la inflación licúa tu deuda y la cuota fija del préstamo que pediste cada vez te cuesta menos pagarla precisamente porque 10.000 pesos hoy valen más que 10.000 pesos en 2030. Si sabemos entonces que cuando uno tiene mucha deuda la inflación es “buena”, con la deflación pasa exactamente lo opuesto: cada vez te cuesta más pagar esa cuota.
¿Y los gobiernos que tienen que ver? Ellos están más endeudados que nunca, aún incluyendo el período de las guerras mundiales, y siguen gastando más de lo que recaudan; por lo que esa diferencia sale de aún más deuda o emisión monetaria, lo cual causa inflación. Entonces un escenario con deflación es la pesadilla de cualquier gobernante porque la deuda se les hace más impagable aún. Necesitan de la inflación para poder seguir el modelo deficitario.
Ratio de Deuda Total/PBI en países desarrollados. Están más endeudados que en las dos guerras mundiales.
Lamentablemente, en el escenario actual donde los precios aumentan de manera generalizada, los que pagan los platos rotos somos los ciudadanos de a pie y aún más aquellos que viven con lo justo, que no pueden comprar oro, acciones o inmuebles para cubrirse un poco de este flagelo constante llamado inflación. Por suerte, existe bitcoin.
Bitcoin sí protege el poder de compra del ahorrista en el largo plazo. No importa tu historial crediticio, recibo de sueldo o estudios que hayas completado. Nadie puede decidir unilateralmente aumentar su emisión, es decir, nadie puede diluirte el dinero que tanto te costó ahorrar.
Decir que la adopción masiva de bitcoin va a generar pobreza es una crítica que no tiene sentido cuando la analizamos paso a paso. De hecho, su efecto sería el opuesto y aquellos que quizás hoy no llegan bien a fin de mes puedan adquirir productos que les mejoren la calidad de vida por disfrutar de los beneficios de vivir en una economía deflacionaria. Bitcoin no sólo favorece a quienes usan el activo para ahorrar, sino a todos los participantes de la economía.
KEEP STACKING.
Hodler Tom.
Un grande Tom, Rescatando mentes
Te mando saludos
Un Grande Tom rescatando mentes
Te manda saludos Tukero.